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El mundo se rige por leyes, leyes físicas y universales. Y el cuerpo humano no es la excepción: el cuerpo se rige por la ley de la necesidad. Necesita cubrir sus necesidades básicas o fundamentales, tales como hidratarse, oxigenarse y alimentarse, para poder obtener la energía que lo haga funcionar.

Pero… ¿qué pasa si no respetamos una ley?

Pues tarde o temprano vamos a tener problemas.

Sin embargo, para cumplir con una ley debemos conocerla de antemano. Y aquí radica un punto importante: nuestra mente conoce y/o actúa desde el consciente pero también desde el inconsciente.

Este inconsciente es el que muchas veces nos lleva a hábitos, conductas, elecciones y decisiones repetitivas, rutinarias, automáticas que están condicionadas por nuestro pasado, lo aprendido, ya sea bien o mal aprendido.

Esto siempre resulta adictivo, o sea, volvemos a lo mismo, sin cuestionarlo. Así repetimos los asados del domingo, el café todas las mañanas, la pizza los viernes, las gaseosas, las facturas, etc.

La trampa invisible, inconsciente

Estos hábitos tienen una función clara: nos permiten despreocuparnos por elegir todo el tiempo, a cada momento. Elegir implica salir de la zona de confort. Y nuestro cuerpo no quiere estar incómodo a cada hora.

Por esto, la verdadera elección implica estudiar, conocer los nutrientes, conocernos. “Solo eligen los que saben”, los que conocen. El resto se deja llevar por el producto nuevo del supermercado. En toda área, siempre se trata de romper estructuras para generar nuevas.

Ese inconsciente en sus elecciones, sin embargo, nos genera deudas. Dijimos que al principio te da la facilidad pero después, si no pagás, vienen las preocupaciones de las consecuencias, el desorden y/o la enfermedad.

Y esto no es malo solo a nivel inconsciente.

Todo se genera desde la ignorancia, por ello hay que saber sembrar semillas saludables, hábitos saludables para cosechar salud.

Muchas veces comemos lo que vemos, o sea los macronutrientes: hidratos de carbono, lípidos y proteínas.

Pero nos olvidamos de prestarle atención a los micronutrientes: los minerales y las vitaminas. Tanto unos como otros son importantes, ya que tienen propiedades energéticas y plásticas, brindando la materia prima para la conformación de los tejidos y órganos

Nosotros tenemos el control

Debemos guiar esta ley de la necesidad del cuerpo y darle un orden, entendiendo que debe estar motivada por el hambre y tener una regularidad horaria.

Este orden debe ser guiado por la ley de la cantidad (darle al cuerpo la cantidad necesaria según los requerimientos personales), la ley de la calidad (incluir todos los elementos esenciales), la ley de la armonía (equilibrada) y la ley de adecuación (dieta según edad, peso y estado de salud)

Rompemos estas leyes cuando comemos desde el inconsciente, que abarca lo emocional, las creencias y las conductas sociales para encajar, que nos hace comer, muchas veces, sin tener hambre.

¿Y por qué actuamos muchas veces desde el inconsciente?

Porque estamos estresados y este mismo estrés activa fácilmente al inconsciente para que tome él las decisiones sin previa evaluación, son decisiones rápidas, impulsivas, desde la ansiedad o la depresión.

O sea, que comemos como seres emocionales y no como seres racionales.

La comida funciona es estos casos llenando vacíos emocionales, muy arraigados dentro nuestro desde nuestro nacimiento. Y se van creando hábitos donde la alimentación establecida familiarmente es la habitual, guiados por una ley de costumbre.

Debemos salir a entender una ley superior, y en la que a la alimentación respecta, hoy en la era de la comunicación, no tenemos excusas.

Solo nos falta voluntad para abandonar hábitos placenteros y cómodos, por hábitos que de verdad nos aporten energía vital, no solo para nuestro cuerpo físico, sino para nuestro cuerpo emocional y mental.

Para esto hay que volver a educarlos. Ahí radica nuestra tarea: volver a la tierra para entender que ella es la que nos provee todo lo necesario, no los supermercados ni las farmacias.

Aconsejamos consultar a profesionales de las diversas aéreas (médicos,

nutricionistas) antes de ingerir cualquier suplemento.

En Laboratorio Tabor solo utilizamos fuentes de organizaciones sin fines de lucro. Los artículos presentes en este blog son a modo de divulgación. Cada artículo publicado ha sido revisado por un experto.



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